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LOS 8 HÁBITOS PARA TENER PULMONES SANOS

Los pulmones son los órganos encargados del intercambio de oxígeno en nuestro cuerpo, permitiendo que nuestras células reciban el tan preciado oxígeno para realizar funciones vitales. Pero la verdad es que la mayoría de las personas, debido a malos hábitos, tienen una baja capacidad respiratoria, lo cual se traduce en tejidos poco oxigenados, falta de vitalidad y concentración, y cansancio.

 

Mientras menor sea la capacidad de los pulmones más problemas de salud tendremos en nuestra vida, y a largo plazo esta oxigenación deficiente de todo el organismo puede provocar una disminución de rendimiento de todos los órganos, aumentando así el riesgo de enfermedades.

 

Es por esta razón que debemos de tratar de incorporar hábitos a nuestra rutina que nos ayuden a mejorar nuestra capacidad respiratoria y así tener una mejor salud. Existen algunas acciones que puedes realizar y hacer parte de tus hábitos que van a ayudar a tus pulmones a que funcionen a pleno rendimiento. Aquí te dejamos una lista con ellos:

 

1. Ejercicios de Respiración

 

Con tan solo aprender a realizar ejercicios de respiración y practicarlos de vez en cuando estaremos aumentando nuestra capacidad pulmonar. Estos son:

 

La Respiración Diafragmática: Esta técnica usa el diafragma a conciencia, que es el músculo que separa el tórax del abdomen. Concéntrate en descender el diafragma en cada inhalación, esto hará que sea más profunda. Este método lo usan los cantantes profesionales.

 

La Respiración Profunda Simple: Esta técnica consta en inhalar lentamente, siendo conscientes de la expansión del abdomen a medida que baja el diafragma, y de la expansión de las costillas y el pecho. Luego, exhala el aire por completo, relaja el pecho, contrae las costillas y lleva el estómago hacia arriba levantando el diafragma, expulsando todo el aire.

 

Aumentando el Tiempo de la Respiración: En esta técnica se cuenta el tiempo en segundos que dura la inhalación y la espiración y se va alargando a conciencia. Si tardas 5 segundos para inspirar, necesitas también 5 segundos para exhalar. Luego, agrega 1 segundo más a cada inhalación y exhala hasta que se vacíen tus pulmones sin forzarlo o hacerlo incómodo.

 

2. Cuidarse del Sobrepeso

 

Es bien conocido que el sobrepeso es un factor desencadenante de muchas enfermedades y el deterioro de la salud, y además, es una condición que físicamente dificulta el trabajo de los pulmones. Sobre todo, el exceso de grasa se acumula sobre todo en el estómago, que dificulta la respiración porque eleva el diafragma, que aprieta la caja torácica y limita la función pulmonar.

 

Si los pulmones se comprimen y tienen poco espacio para expandirse entonces habrá una disminución de la función ventilatoria que podría llevar incluso hasta la insuficiencia respiratoria (situación grave) que lleva a la hipercápnica característica del síndrome de obesidad hipoventilación.

 

3. Cuidar la mucosa nasal

 

Lo que muchos no saben es que la mucosa que recubre la nariz tiene una función muy importante, ya que ellas calientan y limpian el aire que inspiras. Por eso, hay que tener cuidado si se resecan por bajas temperaturas, ya que disminuirían su función y con ello aumenta el riesgo de que impurezas lleguen al pulmón, pudiendo causar enfermedades respiratorias.

 

La temperatura ideal debe oscilar entre 19 y los 21ºC. Las temperaturas muy altas tampoco son recomendadas ya que agrava los síntomas de la bronquitis o la EPOC.

 

4. El Ejercicio Aeróbico

 

El ejercicio es una forma excelente para hacer más fuertes y resistentes nuestros pulmones, en especial el ejercicio aeróbico como correr, caminar, nadar, jugar fútbol o cualquier otra actividad que implique ejercitar la respiración. Los expertos recomiendan realizar 30 minutos de ejercicios aeróbicos moderados 5 veces a la semana para mejorar la capacidad respiratoria y la salud en todos sus ámbitos.

 

5. Evitar el cigarro y la contaminación del aire

 

El cigarro es el enemigo número uno de los pulmones y la capacidad respiratoria, ellos junto con cualquier tipo de gas tóxico y partículas en suspensión irritan el aparato respiratorio y favorecen las infecciones, crisis asmáticas, EPOC y el cáncer de pulmón.

 

Al dejar de fumar y activamente evitar contaminantes en el aire, fortalecerás y limpiarás tus pulmones, mejorando la capacidad respiratoria y evitando la aparición de enfermedades respiratorias en el futuro.

 

6. Nutrientes Esenciales

 

Asegurarnos de consumir los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo, y en este caso los pulmones, necesitan para tener un buen funcionamiento es clave para tener una buena capacidad respiratoria. Algunas vitaminas y minerales que no pueden faltar en nuestra dieta son:

 

Vitamina A (o betacarotenos): Ayudan en la regeneración de las mucosas.Se encuentra en los vegetales anaranjados y amarillos (el brócoli tambien es buena fuente).

 

Vitamina E: La falta de vitamina E está relacionada directamente con el empeoramiento de las enfermedades pulmonares. Se encuentra en frutos secos, aguacate, aceite de oliva y germen de trigo.

 

Selenio: Es un excelente desintoxicante que puede ayudar a limpiar los pulmones de agentes tóxicos. Se encuentra en las cebollas, las nueces, el pescado o la levadura de cerveza.

 

Vitamina C: Es un poderoso antioxidante que ayuda a mejorar las defensas del cuerpo y protegerlo de enfermedades pulmonares. Se encuentra en cítricos, kiwis, perejil, tomates.

 

Zinc: Funciona como activador de la vitamina A. Se encuentra en la levadura de cerveza, las legumbres, el marisco, el pescado y los cereales integrales.

 

Omega 3: Tiene muchos beneficios, en especial cardiovasculares, pero además es un poderoso antiinflamatorio que es muy beneficioso para los pulmones. Se encuentra en el pescado azul, los frutos secos y las semillas de lino.

 

7. Desintoxica tus pulmones

 

En estos tiempos, la mayoría de la población que se encuentran asentadas en grandes ciudades, en especial las más industrializadas, se encuentran constantemente respirando aire contaminado, es por ello que los pulmones también necesitan “limpiarse” para eliminar impurezas.

 

Existen algunas técnicas que ayudan a desintoxicar los pulmones y a mejorar la capacidad respiratoria. Respirar vapor de agua con hojas de eucalipto ayuda a desintoxicar las vías respiratorias. El jengibre también es un buen limpiador natural y antibacteriano tomado en forma de infusión, como el tomillo, el hinojo, la ortiga, el regaliz, el gordolobo y la bromelina.

 

8. Exámenes de Rutina

 

Existen pruebas que son específicamente para diagnosticar ciertos tipos de enfermedad pulmonar como asma, bronquitis y EPOC. Esto puede ser muy útil si se tiene una dificultad respiratoria para encontrar su causa. Además, es muy útil si en el área de trabajo la persona está expuesta a agentes irritantes, para saber si se está afectando la función pulmonar.

 

Algunas pruebas que se realizan son las radiografías de tórax y la espirometría.


Los pulmones son los órganos encargados del intercambio de oxígeno en nuestro cuerpo, permitiendo que nuestras células reciban el tan preciado oxígeno para realizar funciones vitales. Pero la verdad es que la mayoría de las personas, debido a malos hábitos, tienen una baja capacidad respiratoria, lo cual se traduce en tejidos poco oxigenados, falta de vitalidad y concentración, y cansancio.

 

Mientras menor sea la capacidad de los pulmones más problemas de salud tendremos en nuestra vida, y a largo plazo esta oxigenación deficiente de todo el organismo puede provocar una disminución de rendimiento de todos los órganos, aumentando así el riesgo de enfermedades.

 

Es por esta razón que debemos de tratar de incorporar hábitos a nuestra rutina que nos ayuden a mejorar nuestra capacidad respiratoria y así tener una mejor salud. Existen algunas acciones que puedes realizar y hacer parte de tus hábitos que van a ayudar a tus pulmones a que funcionen a pleno rendimiento. Aquí te dejamos una lista con ellos:

 

1. Ejercicios de Respiración

 

Con tan solo aprender a realizar ejercicios de respiración y practicarlos de vez en cuando estaremos aumentando nuestra capacidad pulmonar. Estos son:

 

La Respiración Diafragmática: Esta técnica usa el diafragma a conciencia, que es el músculo que separa el tórax del abdomen. Concéntrate en descender el diafragma en cada inhalación, esto hará que sea más profunda. Este método lo usan los cantantes profesionales.

 

La Respiración Profunda Simple: Esta técnica consta en inhalar lentamente, siendo conscientes de la expansión del abdomen a medida que baja el diafragma, y de la expansión de las costillas y el pecho. Luego, exhala el aire por completo, relaja el pecho, contrae las costillas y lleva el estómago hacia arriba levantando el diafragma, expulsando todo el aire.

 

Aumentando el Tiempo de la Respiración: En esta técnica se cuenta el tiempo en segundos que dura la inhalación y la espiración y se va alargando a conciencia. Si tardas 5 segundos para inspirar, necesitas también 5 segundos para exhalar. Luego, agrega 1 segundo más a cada inhalación y exhala hasta que se vacíen tus pulmones sin forzarlo o hacerlo incómodo.

 

2. Cuidarse del Sobrepeso

 

Es bien conocido que el sobrepeso es un factor desencadenante de muchas enfermedades y el deterioro de la salud, y además, es una condición que físicamente dificulta el trabajo de los pulmones. Sobre todo, el exceso de grasa se acumula sobre todo en el estómago, que dificulta la respiración porque eleva el diafragma, que aprieta la caja torácica y limita la función pulmonar.

 

Si los pulmones se comprimen y tienen poco espacio para expandirse entonces habrá una disminución de la función ventilatoria que podría llevar incluso hasta la insuficiencia respiratoria (situación grave) que lleva a la hipercápnica característica del síndrome de obesidad hipoventilación.

 

3. Cuidar la mucosa nasal

 

Lo que muchos no saben es que la mucosa que recubre la nariz tiene una función muy importante, ya que ellas calientan y limpian el aire que inspiras. Por eso, hay que tener cuidado si se resecan por bajas temperaturas, ya que disminuirían su función y con ello aumenta el riesgo de que impurezas lleguen al pulmón, pudiendo causar enfermedades respiratorias.

 

La temperatura ideal debe oscilar entre 19 y los 21ºC. Las temperaturas muy altas tampoco son recomendadas ya que agrava los síntomas de la bronquitis o la EPOC.

 

4. El Ejercicio Aeróbico

 

El ejercicio es una forma excelente para hacer más fuertes y resistentes nuestros pulmones, en especial el ejercicio aeróbico como correr, caminar, nadar, jugar fútbol o cualquier otra actividad que implique ejercitar la respiración. Los expertos recomiendan realizar 30 minutos de ejercicios aeróbicos moderados 5 veces a la semana para mejorar la capacidad respiratoria y la salud en todos sus ámbitos.

 

5. Evitar el cigarro y la contaminación del aire

 

El cigarro es el enemigo número uno de los pulmones y la capacidad respiratoria, ellos junto con cualquier tipo de gas tóxico y partículas en suspensión irritan el aparato respiratorio y favorecen las infecciones, crisis asmáticas, EPOC y el cáncer de pulmón.

 

Al dejar de fumar y activamente evitar contaminantes en el aire, fortalecerás y limpiarás tus pulmones, mejorando la capacidad respiratoria y evitando la aparición de enfermedades respiratorias en el futuro.

 

6. Nutrientes Esenciales

 

Asegurarnos de consumir los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo, y en este caso los pulmones, necesitan para tener un buen funcionamiento es clave para tener una buena capacidad respiratoria. Algunas vitaminas y minerales que no pueden faltar en nuestra dieta son:

 

Vitamina A (o betacarotenos): Ayudan en la regeneración de las mucosas.Se encuentra en los vegetales anaranjados y amarillos (el brócoli tambien es buena fuente).

 

Vitamina E: La falta de vitamina E está relacionada directamente con el empeoramiento de las enfermedades pulmonares. Se encuentra en frutos secos, aguacate, aceite de oliva y germen de trigo.

 

Selenio: Es un excelente desintoxicante que puede ayudar a limpiar los pulmones de agentes tóxicos. Se encuentra en las cebollas, las nueces, el pescado o la levadura de cerveza.

 

Vitamina C: Es un poderoso antioxidante que ayuda a mejorar las defensas del cuerpo y protegerlo de enfermedades pulmonares. Se encuentra en cítricos, kiwis, perejil, tomates.

 

Zinc: Funciona como activador de la vitamina A. Se encuentra en la levadura de cerveza, las legumbres, el marisco, el pescado y los cereales integrales.

 

Omega 3: Tiene muchos beneficios, en especial cardiovasculares, pero además es un poderoso antiinflamatorio que es muy beneficioso para los pulmones. Se encuentra en el pescado azul, los frutos secos y las semillas de lino.

 

7. Desintoxica tus pulmones

 

En estos tiempos, la mayoría de la población que se encuentran asentadas en grandes ciudades, en especial las más industrializadas, se encuentran constantemente respirando aire contaminado, es por ello que los pulmones también necesitan “limpiarse” para eliminar impurezas.

 

Existen algunas técnicas que ayudan a desintoxicar los pulmones y a mejorar la capacidad respiratoria. Respirar vapor de agua con hojas de eucalipto ayuda a desintoxicar las vías respiratorias. El jengibre también es un buen limpiador natural y antibacteriano tomado en forma de infusión, como el tomillo, el hinojo, la ortiga, el regaliz, el gordolobo y la bromelina.

 

8. Exámenes de Rutina

 

Existen pruebas que son específicamente para diagnosticar ciertos tipos de enfermedad pulmonar como asma, bronquitis y EPOC. Esto puede ser muy útil si se tiene una dificultad respiratoria para encontrar su causa. Además, es muy útil si en el área de trabajo la persona está expuesta a agentes irritantes, para saber si se está afectando la función pulmonar.

 

Algunas pruebas que se realizan son las radiografías de tórax y la espirometría.