Debido a la situación actual que se está viviendo por la pandemia del COVID-19 en el mundo, es necesario conocer cuales son las pruebas diagnósticas aprobadas para la detección de COVID-19.
En caso de que usted presente alguno de los síntomas más comunes asociados a la enfermedad del coronavirus (como dolores de cabeza, fiebre, tos seca, o dificultad para respirar), o en caso de que haya estado en contacto con una persona que presente estos síntomas, es de suma importancia que se realice una prueba diagnóstica, la cual deberá realizarse bajo estrictos lineamientos autorizados por las autoridades sanitarias del país.
Es muy importante recordar que si sospecha de estar infectado por COVID-19, debe mantenerse en aislamiento hasta que se obtengan resultados negativos en la prueba. Ya que podría suponer un foco de contagio para todas aquellas personas que se encuentren en contacto con usted, en especial en el ámbito laboral.
Detección por: Prueba PCR.
La prueba de la PCR se basa en la Reacción en Cadena de la Polimerasa (de la cual deriva su nombre en inglés). En esta prueba, se extrae el ARN del virus (SARS-CoV-2) y se copia en forma de ADN, el cual se amplifica por la PCR, para que pueda ser visible.
En tiempo real, se utiliza un sistema PCR que tiene la capacidad de saber cuántas copias del virus existen por mililitro. Para esto se necesita tomar una muestra por hisopado, obtenida de un exudado faríngeo o nasofaríngeo. Si la prueba da positivo a la muestra, se confirma la presencia de ARN de COVID-19 en el paciente.
Entre las ventajas de la prueba PCR se encuentran la detección temprana de la enfermedad. Detectan si la infección se encuentra activa al momento con alta sensibilidad. Es recomendable hacerlo los primeros días o la primera etapa de la enfermedad (o de la sospecha de infección).
Pero, entre sus desventajas se encuentran los resultados tardíos, ya que tardan entre 24 y 48 horas después de tomar la muestra para entregar los resultados. Deben realizarse por personal muy especializado con equipo adecuado, y además, no se puede conocer si el paciente ha generado anticuerpos contra el virus (ya sea por infección activa o una infección que ya haya pasado).
Detección por: Prueba de Anticuerpos.
La prueba de detección de anticuerpos consiste en la búsqueda de anticuerpos contra COVID-19 en una muestra de sangre. Los anticuerpos son glóbulos blancos que se encargan de atacar a virus y bacterias que infectan el cuerpo humano. En el caso del COVID-19, los anticuerpos se fijan generalmente en la proteína S del virus.
Para demostrar la presencia de estos anticuerpos contra COVID-19 en sangre, se utiliza un segundo anticuerpo, el cual está marcado y que se dirige a los anticuerpos del paciente, uniéndose a ellos y demostrando su presencia.
La ventaja de la prueba de antígenos se encuentra la rapidez de los resultados, de solo minutos. Además, se puede conocer si el paciente tiene la infección activa, por presencia de IgM, o si el paciente creó inmunidad por una infección por COVID-19 que ya pasó, por presencia de IgG. Los precios son accesibles, y no es necesario personal altamente calificado.
Entre las desventajas de esta prueba de antígenos es que no funciona para detectar la enfermedad en la primera fase o los primeros días, sino que puede detectarla a partir de los 7 días (cuando se han creado los anticuerpos). Si se realiza la prueba antes de este tiempo, está en riesgo de obtener un resultado falso negativo.
Al saber la diferencia entre las pruebas diagnósticas para detectar COVID-19, sus ventajas y desventajas, sabremos en qué momento hacernos las pruebas para obtener unos resultados confiables, manteniendo segura a la comunidad al descartar la presencia del virus o detectarlo de forma temprana y tomar las medidas de aislamiento y seguridad necesarias.
Debido a la situación actual que se está viviendo por la pandemia del COVID-19 en el mundo, es necesario conocer cuales son las pruebas diagnósticas aprobadas para la detección de COVID-19.
En caso de que usted presente alguno de los síntomas más comunes asociados a la enfermedad del coronavirus (como dolores de cabeza, fiebre, tos seca, o dificultad para respirar), o en caso de que haya estado en contacto con una persona que presente estos síntomas, es de suma importancia que se realice una prueba diagnóstica, la cual deberá realizarse bajo estrictos lineamientos autorizados por las autoridades sanitarias del país.
Es muy importante recordar que si sospecha de estar infectado por COVID-19, debe mantenerse en aislamiento hasta que se obtengan resultados negativos en la prueba. Ya que podría suponer un foco de contagio para todas aquellas personas que se encuentren en contacto con usted, en especial en el ámbito laboral.
Detección por: Prueba PCR.
La prueba de la PCR se basa en la Reacción en Cadena de la Polimerasa (de la cual deriva su nombre en inglés). En esta prueba, se extrae el ARN del virus (SARS-CoV-2) y se copia en forma de ADN, el cual se amplifica por la PCR, para que pueda ser visible.
En tiempo real, se utiliza un sistema PCR que tiene la capacidad de saber cuántas copias del virus existen por mililitro. Para esto se necesita tomar una muestra por hisopado, obtenida de un exudado faríngeo o nasofaríngeo. Si la prueba da positivo a la muestra, se confirma la presencia de ARN de COVID-19 en el paciente.
Entre las ventajas de la prueba PCR se encuentran la detección temprana de la enfermedad. Detectan si la infección se encuentra activa al momento con alta sensibilidad. Es recomendable hacerlo los primeros días o la primera etapa de la enfermedad (o de la sospecha de infección).
Pero, entre sus desventajas se encuentran los resultados tardíos, ya que tardan entre 24 y 48 horas después de tomar la muestra para entregar los resultados. Deben realizarse por personal muy especializado con equipo adecuado, y además, no se puede conocer si el paciente ha generado anticuerpos contra el virus (ya sea por infección activa o una infección que ya haya pasado).
Detección por: Prueba de Anticuerpos.
La prueba de detección de anticuerpos consiste en la búsqueda de anticuerpos contra COVID-19 en una muestra de sangre. Los anticuerpos son glóbulos blancos que se encargan de atacar a virus y bacterias que infectan el cuerpo humano. En el caso del COVID-19, los anticuerpos se fijan generalmente en la proteína S del virus.
Para demostrar la presencia de estos anticuerpos contra COVID-19 en sangre, se utiliza un segundo anticuerpo, el cual está marcado y que se dirige a los anticuerpos del paciente, uniéndose a ellos y demostrando su presencia.
La ventaja de la prueba de antígenos se encuentra la rapidez de los resultados, de solo minutos. Además, se puede conocer si el paciente tiene la infección activa, por presencia de IgM, o si el paciente creó inmunidad por una infección por COVID-19 que ya pasó, por presencia de IgG. Los precios son accesibles, y no es necesario personal altamente calificado.
Entre las desventajas de esta prueba de antígenos es que no funciona para detectar la enfermedad en la primera fase o los primeros días, sino que puede detectarla a partir de los 7 días (cuando se han creado los anticuerpos). Si se realiza la prueba antes de este tiempo, está en riesgo de obtener un resultado falso negativo.
Al saber la diferencia entre las pruebas diagnósticas para detectar COVID-19, sus ventajas y desventajas, sabremos en qué momento hacernos las pruebas para obtener unos resultados confiables, manteniendo segura a la comunidad al descartar la presencia del virus o detectarlo de forma temprana y tomar las medidas de aislamiento y seguridad necesarias.